LOS VIEJOS Y BUENOS TIEMPOS

El pasado sábado tuvimos una pequeña reunión familiar, mi mami y mi hermano mi tía, mi hija y yo. Nos encontramos en un lugar céntrico para todos y a disfrutar de un delicioso desayuno. Luego de unos 45 minutos de estar juntos compartiendo, nos despedimos y cada uno continua su día con sus quehaceres propios.

Fue una experiencia diferente, pero al manejar hacia mi destino en esa mañana, me pregunte ¿Que paso con los desayunos familiares donde la abuela, donde se reunión todos los tíos y tías, primos y primas y todos aquellos que de una manera u otra se habían unido a la familia?

Todavía recuerdo como si fuera ayer, los desayunos en la casa de la abuela, changua, caldo de papa, consomé de pollo, tamal, chocolate caliento y para mí los anhelados huevos con tomate y cebolla bien acompañados de una arepa caliente.

Añoro no solo la comida, sino el tiempo familiar que usábamos pasar todos juntos, los primos jugábamos, la goloza, las escondidas, o simplemente estábamos juntos. Los adultos, conversaban, se hacían bromas, comían, y entre todos disfrutamos un hermoso día familiar.

Que paso con esos tiempos, han sido reemplazados por el computador, ahora los chicos ya no juegan, se gastan su vida en my-space, face book, el teléfono o simplemente en el Internet, los adultos ya no comparten un día familiar, ahora cada uno vive su vida independientemente y después se envían fotos por el Internet, para compartir lo que vivieron. Que paso con esos paseos familiares, donde el amor, la unidad y la cercanian eran predominantes.

El mundo evoluciona las cosas cambian, pero se que hay algo que nunca cambia, que siempre es lo mismo Dios, loas comidas pueden cambiar, la tecnología puede camibar, y hasta las familias pueden cambiar pero tenemos un Dios de amor que es el mismo de ayer, de hoy y sera el mismo mañana y por siempre un Dios de amor y misericordia.

Amado Dios, gracias por que aunque todo cambia TU no cambias te amo!

Judith

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