El equipo de fútbol de la iglesia jugo el pasado sábado, la final de un cuadrangular contra otra iglesias del área.Desafortunadamente no había un arbitro contratado y la persona que arbitro el partido era aficionado, amigo o simpatizante del equipo contrario al nuestro. En todo el partido fueron pocas las veces que vi que pitaba un saque a nuestro favor, o que pitara una falta a nuestro favor o que el arbitro hiciera algo a nuestro favor, Poco a poco los muchachos comenzaron a desanimarse y comenzaron a perder las ganas de ganar. Por que el Juez estaba en contra de ellos.
En el segundo tiempo del partido me encontré gritando: ¿Que pasa Juez? Y a los muchachos continúen jugando con árbitro o sin árbitro continúen jugando, no presten atención al árbitro, continúen haciendo su juego.
De pronto vi una gran realidad. Muchas veces como hijos de Dios nos ponemos a mirar lo que Dios hace o deja de hacer con nosotros o con los que están alrededor y miramos cosas que no nos parecen justas y hasta pensamos que el favor de Dios no esta sobre nosotros. Y fácilmente nos desanimamos y perdemos la intención.
Pero la verdad es que al igual que el juego con árbitro o sin árbitro debían seguir haciendo su juego. De la misma manera aunque parezca que nosotros no tenemos a Dios a nuestro favor debemos continuar haciendo nuestro trabajo para Dios, si importar los resultado debemos continuar haciendo lo que hemos sido llamados a hacer, hablar de Cristo predicar la palabra de Dios.
No mirar alrededor pero continuar haciendo lo que debemos hacer
Salmo 73:2 “En cuanto a mi, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes. Viendo la prosperidad de los impíos”
Gracias al arquero quedamos en segundo lugar, con una final a penaltis.
Continúa jugando tu “juego”, no mires los resultados o lo que Dios haga o no haga tu continua haciendo tu trabajo hasta que Cristo venga.
El arquero y los pastores Javier hernandez, el arquero
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