“Para que una lampara continúe alumbrando tenemos que continuar poniéndole aceite” Madre Teresa de Calcuta
Una de las cosas que puede pasar fácilmente en el ministerio es que deseemos hacer tantas cosas que comencemos a hacer todas las cosas al mismo tiempo.
Yo fue víctima de eso no hace mucho tiempo. El deseo en mi corazón como pastora, esposa del pastor de la iglesias era: que los niños fueran educados en el camino de Dios, que los jóvenes desarrollaran sus habilidades, que las damas se levantaran y resplandecieran para Cristo, que se comenzara un ministerio de comunicaciones en la iglesia, continuar siendo voluntaria en el ministerio proverbios 31…y puedo continuar con una lista de mas de 30 cosas que llegue a hacer. Hasta que un día, tuve que parar y tomar algunas decisiones.
Todos los deseos en mi corazón, estoy segura, fueron puestos allí por Dios, pero no todos eran para que yo los ejecutara al mismo tiempo.
En su libro Leadign on Empty- Guiando estando vacio, Wayne Cordeiro define el principio del cinco por ciento así:
85 % (por ciento) de lo que hacemos, alguien más lo puede hacer por nosotros: como revisar los mensajes electrónicos, responder mensajes en el teléfono, atender algunas reuniones, tomar decisiones simples. Estas cosas no requieren de alguien experto para poderlas realizar. Muchas de estas tareas podemos dejárselas a alguien que contratemos o podemos darle la bendición a otra persona que quiera servir a Dios y ayudarlas a hacer como voluntario.
10 % (por ciento) de lo que hacemos, alguien con un modesto entrenamiento puede ser capaz de hacerlo. Después de todo, si nosotros hemos sido entrenados para hacer lo que hacemos, alguien más con capacidades similares puede ser capaz de hacerlo también. Con la educación apropiada y experiencia necesaria alguien más puede hacer una cirugía, manejar un proyecto de ingeniería o vender finca raíz. Algunos aspectos de estas actividades pueden ser designadas a ciertos individuos.
Pero...
5 por ciento de lo que yo hago, Solo yo lo puedo hacer! EL CINCO PORCIENTO MAS IMPORTANTE. No puedo delegar estas tareas a nadie más. No puedo contratar a alguien para hacer estas actividades porque yo debo estar allí. Este 5 % es el que le da valides al otro 95 %. Esto es lo que tengo que descubrir y hacerlo el centro de mi vida.
Mi cinco por ciento puede ser diferente del tuyo, pero el principio puede ser usado por todos. –casado, soltero, viudo, con hijos, joven o adulto.
Tengo que pensar que es lo más importante para mí.
Tuve que pensar que era lo más importante para mí –Lo que Dios me había que yo hiciera- y como yo iba a reestructurar mi vida y concentrarme alrededor de estas prioridades. Tuve que comenzar a pensar que sería lo que incluiría mi cinco por ciento.
Estas son algunas de las cosas que escribí:
1 Una relación con mi Señor y Salvador Jesucristo
2 Una relación saludable y genuina con mi esposa
3 Una familia autentica que este cerca de Dios y cerca los unos a los otros.
4 Un ministerio que complazca a Dios
5 un cuerpo saludable y un alma creativa
6 Tomar el tiempo de disfrutar mi vida y mis amigos.
Nosotros no daremos cuentas por lo mucho que hemos hecho, pero por lo mucho que hemos hecho de lo que Dios nos ha pedido hacer.
RETO DE HOY
Yo tuve que sentarme y hacer mi lista asi que hoy te animo a que tomes lápiz y papel y hagas una lista de todas las cosas que estás haciendo en el ministerio, en el trabajo, en la iglesia, en la casa y comienza a ponerlas en orden según este principio.
Encuentra tu cinco por ciento y enfócate en el.
Si hay cosas de tu 85 % que le puedes delegar a alguien, llama a esa persona y pídele su ayuda, eso será de gran bendición para la otra persona. Y para ti, pues te quitara un peso de encima.
Si hay cosas del 10% que alguien mas podria hacer, enseña y entrena a otra persona a hacerlo, tambien eso seria de bendicion para otros.
Judith!
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