DOLORES DE PARTO

Todavía recuerdo los dolores de parto como si fueran HOY. También recuerdo que le pedí a Dios que no me dejara olvidar aquel dolor tan tremendo para no tener más hijos.

Hasta hace pocos días todavía recordaba aquellos momentos con dolor y cada vez que veo a una mujer embarazada pienso en ello. Es hermoso estar embarazada y si pudiera estar embarazada lo estaría todo el tiempo, tener el bebe en el vientre, hablarle, tocarlo dentro de la barriga, saber que esta allí, que esta creciendo, todo eso es hermoso. Pero si solo quedara allí. O si solo cerrara mis ojos y al momento siguiente el bebe ya estuviera afuera!! Seria maravilloso, pues no tendría que sufrir ese dolor.

En Juan 16, Jesucristo compara su muerte con el parto: “Ciertamente les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. La mujer que está por dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. Lo mismo les pasa a ustedes: Ahora están tristes, pero cuando vuelva a verlos se alegrarán, y nadie les va a quitar esa alegría”.

La muerte de Jesús y el dejar esta tierra seria tan trágica y tan dolorosa para ellos, que Jesús mismo lo compara con dolores como los de parto. Esa tristeza, ese dolor en el cuerpo y en el espíritu. Sin embargo es un dolor momentáneo, por que después que nace el niño se olvida la angustia y se transforma en alegría.

Así mismo, como nos alegramos al tener una nueva persona con nosotros, debe ser la alegría de tener a Jesús con nosotros. Entender que aunque Jesús murió, también resucito y su Espíritu esta con nosotros, Era necesario el dolor de la muerta para que el se fuera y su Santo Espíritu estuviera con nosotros.

Algunas personas al igual que yo, solo recuerdan el dolor y la angustia en sus vidas y no dejan que esa felicidad de tener a un nuevo bebe les llene. Es el momento de olvidar todo aquello nos ha causado dolor, todo aquello que ha herido nuestros corazón y como dijo Jesús dejar que la tristeza se convierta en alegría.
Amado Dios oro por todas aquellas personas que leen estas líneas y aun no han podido encontrar la felicidad y se encuentra en la tristeza. Hazles entender que tú moriste por cada uno de tus hijos para que hoy todos los que te acepten en sus corazones puedan cambiar su tristeza en alegría. En el nombre de Jesús. Amen

JUDITH

No hay comentarios.: