LA LIDER PERFECTA - MINISTERIO DE DAMAS

Ser la lider perfecta, no es dificil, ni dificilisimo ...es imposible.

 La líder perfecta

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.” Santiago 1:2 -4

Ser la líder perfecta, no es difícil, ni dificilísimo… es imposible.

Todavía recuerdo cuando me casé con mi esposo, el ya Pastor Ever Hernández. No entendía nada de pastorado, no comprendía mucho acerca de la guerra espiritual, no asimilaba mucho aquello de que tengo un enemigo, el “diablo”; y claro, tampoco creía que todo sería un jardín de rosas en el ministerio.

El versículo de hoy fue el primero que memoricé como pastora, ¡y sí que me ha servido! Aunque al principio creía que había un error en la escritura del mismo al leer lo de que tengamos por gozo cuando nos encontremos en problemas, en pruebas. La verdad ¿a quién le gusta tener pruebas, a quien le gusta pasar por incomodidades? Y en el tiempo de hoy, ¿para qué queremos paciencia si lo que más queremos es que todo sea rápido?

Las pruebas son algo inevitable para cada cristiano, las pruebas son todavía menos inevitables para cada ministro, ya sea que tengamos una iglesia, un ministerio para mujeres o simplemente un pequeño grupo de estudio de la palabra. 

En cada momento en el que he estudiado en la escuela, en el instituto técnico, en la universidad, cada vez que necesito pasar a otro nivel, es necesario que haga un examen, una prueba. Si en la vida diaria cada vez que aprendemos algo necesitamos probarnos para saber si hemos aprendido la lección, de igual manera en lo espiritual cada vez que aprendemos necesitamos ser probados. Y saber si pasaremos al próximo grado.

Con cada prueba que pasamos, llegamos a nuevos niveles de gloria, llegamos a nuevos niveles de victoria. Con cada prueba que pasemos tendremos un paso más hacia la perfección en Cristo.

Cuando hacemos nuestro último examen en la universidad, y sabemos que lo hemos pasado y ahora tendremos un certificado o un diploma, nos emocionamos y regocijamos de nuestro logro.

Me gustan las palabras del apóstol pablo en Romanos 8:18:

Pues tengo por cierto que las aflicciones el tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.” (RVR 1960)

Cada vez que paso por una prueba pienso en sus palabras y digo: “Dios espero que haya pasado esta prueba, espero que haya pasado a mi nuevo nivel porque realmente quiero ver la gloria que ha de manifestarse en mi, después de que alcance la perfección en Cristo”.

Si eres una líder de la iglesia, una esposa de pastor, una mujer que enseña en la iglesia… o si eres una hija de Dios, y estás pasando por una prueba, hoy quiero animarte a que enfrentes esa prueba y pienses en ese gozo y felicidad que tendrás mas adelante, que no es comparable con lo que estás pasando. ¡Pasa tu examen, pasa tu prueba!


Y recuerda no somos líderes perfectas, simplemente estamos en la Universidad de Dios.

Abrazos.

JUDITH

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