Veras las amistades para mí, desde la infancia, no tenían
ningún lugar en mi vida. Desde chica mi vida social siempre giro alrededor de
mi familia. Mis primas y primos eran mis mejores amigos, mis primas eran mis
confidentes, mis primos eran los que me acompañaban cuando había una salida sin
mis papas. Y luego ya mayores mis primos y primas fueron mi circulo social.
Aprendí que para ser amigo debes tener algo en común.
Mi prima tal era mi mejor amiga, porque mi tía trabajaba con mi papa, mi primo
fulano, era mi acompañante porque mi tía hermana de mi mama vivía cerca de
nosotros. Aprendí que para ser amigo
debes tener algo que te relacione, algo en común.
Así que si en el transcurso de mis años mis amistades
se definían por eso “en común” que teníamos.
Si estamos en el mismo trabajo y tenemos clientes en común o una meta en
común entonces somos amigas, una vez terminada esa asignación también es
terminada nuestra amistad. Si estamos
trabajando hacia un diploma en la escuela entonces somos amigas hasta que
logremos esa meta, luego del día de la graduación, se acabo nuestra relación. Es por eso que no puedo decir que soy una
verdadera amiga, porque cuando se acaba ese “algo común” se acaba mi amistad
con esa persona.
Sin embargo en estos días, he encontrado mujeres con
las que tengo algo en común que no termina “Jesús y el trabajo de expandir su
reino”. Mis amistades últimamente se han definido por ese “algo común = JESUS”
Puede ser que yo no tenga una palabra correcta para la
vida de esas amigas, pero la palabra de Dios siempre nos ayuda a fortalecernos las
unas a las otras. Sé que no soy buena llamando o conversando por teléfono, pero
Dios siempre nos une en los momentos más difíciles. Cuando tengo un problema en
mi matrimonio, siempre encuentro una mujer sabia que me da un consejo según la
Palabra de Dios. Y cuando hay un proyecto especial para expandir el reino, Dios
es bueno y siempre colocar mujeres juntas para su propósito.
Así es, no fui buena amiga mientras no encontré ese “algo
en común” pero ahora que tú y yo tenemos a Jesús de Nazaret que nos relaciona y
expandir su reino es nuestra misión compartida, seguramente podemos decir que
compartimos una linda amistad. Gracias por ser mi amiga.
RETO DE HOY
Busca más mujeres con las que tengas ese “Algo en común
– Jesus” y aumenta tu circulo de amigas.
Abrazos.
Judith!
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