Bueno ¡yo sí! ¡yo sí! ¡Yo si quiero hacer grandes
cosas para Dios y ¿tú?
Pero me veo envuelta en las mismas cosas día a día. Y
me pregunto acerca de las promesas de que seremos cabeza y no cola, Y me veo
como una más en el trabajo, no como ninguna cabeza.
Y la promesa de que seremos reinas, y lo único que
puedo reinar es mi cocina, haciendo la comida diariamente.
Y que somos sacerdotes de Dios, y me veo enseñando la
Biblia en un pequeño grupo en mi vecindario.
¿Y donde están las grandes cosas? ¿Y donde está la
realización de las grandes promesas?
Bueno como decimos en nuestro programa de hoy (www.proverbios31.org ).
A veces hacemos pequeñas cosas, pero son esas cosas las que van a formar
nuestro carácter para poder estar preparadas y listas para abrazar esas grandes
cosas con éxito.
No puedo ministrar a multitud de mujeres hasta que no
pueda ministrar a las pocas mujeres de mi congregación.
No puedo reinar en el territorito que Dios me ha dado
hasta que no conquiste mi pequeña casa.
No poder tener un cargo de jefe en mi trabajo hasta
que no pase la prueba de pasar por otras posiciones.
Es por eso que si tu, también quieres hacer grandes
cosas para Dios, te animo a que te regocijes en las pequeñas cosas, a que hagas
esas pequeñas cosas con excelencia, a que tengas tu mentalidad de grandes
logros y cada logro por pequeño que sea te llevara a cumplir ese propósito y
esas promesas que Dios tiene para tu vida.
RETO DE HOY
Valora las cosas pequeñas que estás haciendo hoy, y mírala como un escalón
para alcanzar tu meta.
Abrazos.
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