Somos bellas, pero algunas veces las inseguridades ganan
su lucha en nuestra mente.
Acabo de hacer una serie en donde hago un paralelo entre
tener un cuerpo feliz y un espritiu feliz.
Aunque deseamos ser perfectas como las mujeres que vemos
en las revistas y en la televisión, solamente estamos viendo lo que ellas
llevan por fuera. Pero la realidad es que no conocemos su interior.
Seguramente hemos leído muchas veces este verso de Genesis
1:26 “ y dijo: «Hagamos al *ser humano
a nuestra imagen y semejanza.”: y más adelante en el verso 27 dice “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.”
a nuestra imagen y semejanza.”: y más adelante en el verso 27 dice “Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.”
Tu y yo estamos hechas a la imagen de
Dios! Eso significa que somos hechas por
Dios. Dios dice que somos maravillosas, que somos hechas a su
imagen y a su semejanza. Esto quiere decir que tenemos algunos de los atributos
de Dios. Yo se que Dios no se equivoca. Dios no se equivoca en hacernos como
nos hizo, algunas un poco delgadas, a otras un poco mas gorditas, a unas altas
y las otras no tanto.
Pero sin importar como somos por fuera, prestemos
atención a que seamos hermosas no solo por fuera sino por dentro, a que seamos
hermosas delante de Dios.
Dios ya sabe que eres hermosas, pero tu, ¿Le cree? Crees
que realmente eres hermosa delante de El .
Así nos dice el Señor a ti y a mi hoy:
Cantares
2:10: …”¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!”
RETO DE HOY
Atrévete a creerle a Dios que eres una mujer hermosa!
Judith.
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